¿Recuerdas todo eso? No puedo creerlo, me dijiste tantas cosas, me pregunto cuanta verdad había en esas palabras que preferiría no haber escuchado ahora que todo parece una mentira. Te pedí que te quedaras y rece mucho para que se cumpliera, prometí y pedí algo que no pude cumplir porque simplemente no vales el esfuerzo, espero que Dios me entienda. 

Fuiste muy idiota conmigo, ya no soy tan tonta como para perdonarte, tampoco para volver a confiar en ti, aunque confieso que podría perder toda mi dignidad por un último beso.